viernes, 13 de febrero de 2009

TECNICAS DE COMUNICACION ORAL

TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN ORAL

Cuando nos disponemos a preparar un próximo discurso, intervención, charla etc. es fundamental que reflexionemos, en primer lugar, sobre cuál es nuestro objetivo, es decir, qué queremos conseguir y a quién nos queremos dirigir. En función de esto deberemos decidir sobre los diferentes aspectos que acabarán configurando nuestra actuación.
Así pues, antes de pensar lo que queremos decir, hemos de hacernos tres preguntas básicas:
- ¿Por qué me dirijo al público?
- ¿Qué deseo conseguir?
- ¿Qué deseo que las personas receptoras hagan o sientan después?
Los objetivos pueden clasificarse en: - Informar - enseñar - adiestrar. - Estimular - animar - motivar.- Persuadir - convencer.- Averiguar - debatir - negociar.- Divertir - entretener.
. Técnicas de expresión oral: como debe ser la comunicación verbal.
La primera impresión:
La primera impresión que recibirá el auditorio de nosotros será la que se desprenda de nuestra imagen externa que hemos de procurar que sea positiva.
Este factor no tiene tanta importancia si el público nos conoce como es el caso de una charla en clase, o una asamblea en el centro de trabajo. Si no nos conocen, en un primer momento pesará más el "cómo lo decimos" que "lo que decimos".
Debemos buscar que nuestra imagen sea una aliada que nos ayude a la consecución de los resultados perseguidos. En cuanto a nuestra actitud, simplemente debe rezumar sinceridad, energía y convicción.
-El nerviosismo inicial:
Pocas personas se escapan del molesto nerviosismo previo a una intervención en público, ¿qué se puede hacer para controlarlo?. Ante todo ten presente lo siguiente:
Primero. Es necesario aprender a convivir con los nervios. Aún los más consagrados oradores, actores, cantantes, etc., presentan un cierto grado de nerviosismo antes de enfrentarse al público.
Segundo. Cada vez que hables en público te costará un poco menos que la vez anterior, sobre todo si es ante el mismo público (por ejemplo tus compañeros de trabajo).
Tercero. Los nervios desaparecerán por sí mismos en el momento que empieces a hablar.
Cuarto. En la mayoría de los casos el auditorio no se fija en sus reacciones corporales: temblor en la voz, sudoración de las manos etc. Por lo tanto, no les des pistas del tipo: "perdonen que me tiemble la voz", "qué nervioso estoy".
Quinto. No evites la mirada o el contacto visual con el auditorio, es una señal evidentes de nerviosismo.

Ten en cuenta las consideraciones siguientes:
- Cuanto mejor hayas preparado la exposición, más seguro y confiado hablarás, por lo tanto prepara previamente el discurso y acompáñate de las notas y apuntes que necesites.
- No es recomendable leer todo el discurso, se pierde naturalidad y la atención del público. Pero sí llevar anotada la primera frase con la que iniciar la charla. Proporciona seguridad y confianza.
- Cree firmemente en que el público va a estar interesado en lo que les vas a contar.
- Ten confianza en que vas a desarrollar la charla con éxito.
- No se fijarán que has perdido el hilo del discurso si no das muestras de desesperación cuando te pase.
- Evita cualquier forma de movimiento o tic nervioso que pueda delatar tu estado de ánimo, concretamente: no te pongas la mano delante de la boca, ni metas las manos en los bolsillos y mucho menos juegues con las monedas o llaves que lleves dentro.
Empezar bien:
La primera y la última frase de una intervención son fundamentales. Hay que captar la atención del público desde el principio y concluir dejando una buena sensación.
Una vez cumplidas con las formalidades como agradecer la invitación, informar de cuestiones prácticas, etc., se empieza con la parte sustancial de nuestra intervención, debemos procurar hacerlo con un párrafo introductorio general que resuma lo que se va a decir y por qué les interesa aquel tema.
Este párrafo ha de tener la virtud de captar la atención del auditorio e indicar el hilo de nuestro pensamiento. A partir de aquí deben ordenarse las ideas de forma secuencial sucediéndose unas y otras con arreglo a una estructura lógica.
Al preparar nuestras charlas debemos buscar un comienzo interesante.
Algunas maneras son:
-Haciendo referencia al auditorio con alguna forma de identificación: (si es un grupo de personas aficionadas al cine) "Las personas cinéfilas que conozco..."
-Refiriéndose al tema (si es lo suficientemente interesante y no hay otros recursos):"La gala de los Oscar... "
-Pregunta retórica sobre el tema: "¿Por dónde podríamos empezar?" "¿Qué preguntas podríamos hacernos sobre...?" (sin esperar respuesta, contestamos).
-Cita oportuna (extraída de los medios de comunicación):"Aparecido en la prensa de ayer, la calidad de las películas producidas en España ha hecho que sean las más vistas en el último mes".
Es aconsejable apuntar en el guión la frase inicial de nuestro discurso. La dificultad de encontrar un buen inicio desmoraliza al orador, atrasa el cuerpo del discurso y puede desordenarlo.
-Acabar bien:
El final de la intervención debe ser un compendio de lo que se ha dicho y, en la mayoría de los casos, debe incluir los siguientes elementos:
-Un resumen, concentrado en una o dos frases, del contenido principal del discurso.
-Alguna propuesta o resolución que se deduzca del cuerpo del discurso.
-Un llamamiento de apoyo a lo que se ha expuesto o unas palabras de agradecimiento.
Uniendo las partes final e inicial de un discurso, ambas tendrían que contener los puntos esenciales de la exposición. La apertura indica lo que se va a decir; la conclusión resume lo que se ha dicho.
-Nuestra actividad diaria conlleva el intercambio continuo de mensajes, muy simples unos (saludar), más complejos otros (una reunión importante) y de todos estos actos comunicativos esperamos una transmisión y una comprensión efectivas.
El ser humano dispone de dos medios de comunicación fundamentales: la palabra y el cuerpo, que bien utilizados harán posible la expresión de sus ideas de una manera clara y precisa.
-La precisión en el lenguaje hace referencia a que hemos de expresarnos certeramente, procurando usar las palabras de la forma más idónea y concreta en cada caso. Nos ayudará a conseguirlo las siguientes recomendaciones:
1.-Transmitir una idea por frase, o diversas frases para una, pero nunca diversas ideas en una sola frase.
2.-La explicación debe basarse más en los actores y las acciones que no en las abstracciones.
3.-Usemos un lenguaje concreto, evitando las vaguedades y las exageraciones.
4.-Restrinjamos las muletillas o palabras-comodín.
El lenguaje oral ha de reflejar lo que se quiere decir, ha de transmitir las intenciones del orador, ha de ser expresivo.
-El término muletilla, según el diccionario, está definido como "estribillo, voz o frase que por vicio se repite con frecuencia".
Las muletillas son muy frecuentes en los oradores (nuevos y antiguos). Son algo así como los apoyos en los que se reafirman en su comunicación con el público. Los efectos en el auditorio son negativos.
Se suelen dividir las muletillas en tres grandes grupos:
a) Muletillas de tipo corporal: movimientos corporales, manos en los bolsillos, acariciarse la barbilla, la oreja, las narices, taparse la cara, rascarse, etc.
b) Muletillas de tipo oral: "em", "este", "porque", "o sea", "es decir", etc.
c) Muletillas de palabras: este tipo de muletillas denota un cierto nivel de oratoria,
Las más frecuentes son "evidentemente" "en definitiva", "está claro", etc.
Las muletillas sirven para encubrir dudas, vacíos, vicios (en la oratoria) del comunicador, en definitiva para cubrir insuficiencias. Otras veces son producto de los nervios.
Las largas pausas son consideradas como muletillas muchas veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario